contacto
                  con e-mail     Página
                  principal     atrás
atrásanterior     próximopróximo capítulo

Cabrera: Mensaje de las piedras

5. Medicina gliptolítica

5.4. TRANSPLANTE DEL CORAZÓN

Fig. 54: Transplantan el corazón
Fig. 54: Transplantan el corazón

Compartir:

Facebook







Presentación de Michael Palomino (2012)


de: Javier Cabrera Darquea: El mensaje de las piedras grabadas de Ica; edición privada, quinta edición 1991; avenida Bolívar 170, plaza de Armas, Ica, Perú. tel. 231933 / 234363;


5.4. TRANSPLANTE DEL CORAZÓN (p.202-211)

[La "civilización" de hoy sabe transplantar corazones desde 1967]

El primer transplante del corazón humano realizado en la humanidad actual lo hizo el famoso cardiocirujano Christian Barnard, en 1967. Desde entonce se han venido realizando en diferentes centros quirúrgicos del mundo. Pero el problema sigue siendo el del rechazo al corazón transplantado. Salvo el caso reciente del transplante de un corazón completo junto al otro corazón, efectuado por (p.202) el mismo cardiocirujano Christian Barnard, los llamados transplantes de corazón que se realizan no son de la totalidad del órgano. Se transplantan sólo los ventrículos y la cara anterior de las aurículas, de modo que en el individuo receptor queda una parte de su propio corazón y los grandes vasos sanguíneos del mismo (la arteria aorta, la vena cava, las arterias y las venas pulmonares). El problema del rechazo ha impedido que el individuo receptor sobreviva más de dos años.

[Transplantes de corazones en la era remota]

La cirugía gliptolítica realizó transplantes del corazón completo y, tal como ya he mencionado, solucionó el problema del rechazo valiéndose de la transfusión de sangre de mujer embarazada al individuo que iba a recibir el órgano y, asimismo, perfundiendo (irrigando) con sangre de la misma mujer el corazón que iba a ser transplantado.

Llama la atención que en todos los transplantes de órganos representados en los Gliptolitos no haya una referencia gráfica a la modalidad empleada para unir varios vasos sanguíneos seccionados. Es sabido que parte fundamental de la técnica quirúrgica empleada en los transplantes de órganos es la eficacia con que se logre unir los vasos sanguíneos. Posiblemente la cirugía gliptolítica unía los vasos por medio de tubos reabsorbibles, una de las modalidades empleadas por la cirugía actual. Es decir: cada extremo del tubo se insertaba en el orificio del vaso seccionado; así, el tubo actuaba como puente interno que acercaba y unía el borde de ambos vasos. Luego de un período, indudablemente previsto, los vasos quedaban soldados por regeneración de sus células y el tubo se diluía en el torrente sanguíneo. Llama también la atención que aquel complejo sistema de aparatos electrónicos no se haya limitado a controlar las funciones biológicas del operado - como es lo que hace la cirugía de la humanidad actual -, sino que además haya estimulado y mantenido dichas funciones, exactamente como si hubiera estado actuando como actúan los centros que comandan esas funciones en el organismo humano.

[Presentación en un congreso de 1971]

Parte de lo que expongo en este capítulo sobre cirugía gliptolítica tuve oportunidad de dar a conocer en 1971 en el Congreso Hemisferíco Occidental, organizado por el (p.203) Colegio Internacional de Cirujanos, certamen que se llevó a cabo en la ciudad de Panamá (37).

(37) Confróntese "Humanidad prehistórica". En: Program. Fourth Western Hemisphere Congress and the Congress of the United States Section. International College of Surgeons. Panama, 1971

Tuve el honor de participar como ponente en dicho Congreso por invitación del entonces Presidente del Colegio Internacional de Cirujanos, Dr. Esteban D. Roca, eminente neurocirujano peruano, de quien tengo el honor de haber sido su alumno en la Universidad Nacional. Mayor de San Marcos y el de ser compañero suyo en las actividades médicas en el Seguro Social del Perú.

[Las piedras grabadas mostrando un trasplante de un corazón]

Las escenas que informan sobre las diversas fases del transplante del corazón aparecen en una serie de diez Gliptolitos, de color negruzco, la mayoría de los cuales tiene aproximadamente un metro de diámetro mayor; las figuras y símbolos están trazados con la modalidad del rayado profundo y cierto rebaje del fondo para destacar los elementos representados (Véase Figs. 48, 49, 50, 51, 52, 53, 54, 55, 56, y 57).

Fig. 48.

Fig.
                              48: El donante del corazón
Fig. 48: El donante del corazón (p.205)


El donante del corazón que habrá de ser transplantado se encuentra con vida sobre la mesa de operaciones y muestra una abertura en el abdomen por la que el cirujano ha introducido las manos y está tocando el corazón. El complejo sistema de aparatos electrónicos - sugerido simbólicamente por el segmento triangular lleno de rombos que se observa debajo del cuello - está controlando las funciones biológicas. El cirujano ayudante sostiene con las manos un recipiente en el que aparecen colocados los instrumentos quirúrgicos, dibujados, simbólicamente.

Fig. 49.

Fig.
                              49: El donante del corazón está muerto
Fig. 49: El donante del corazón está muerto (p.205)


El donante del corazón está muerto. Esto se expresa simbólicamente por ausencia de la mesa de operaciones y el sistema de aparatos electrónicos que le controlaban las funciones biológicas.

Fig. 50.

Fig. 50: Preparan
                                el corazón
Fig. 50: Preparan el corazón (p.206)


El corazón que habrá de ser transplantado está siendo preparado para su perfusión (irrigación) con sangre de mujer embarazada. Adviértase que los grandes (p.204) vasos han sido seccionados. Los vasos que irrigan el corazón - dibujados deliberadamente sobre su superficie - serán conectados al dispositivo perfusor (la conexión se ve en la Fig. 40).

Fig. 51.

Fig.
                              51: Cortan el recibidor del corazón
Fig. 51: Cortan el recibidor del corazón (p.206)


El individuo a quien se le va a transplantar el corazón yace en la mesa de operaciones. El cirujano se apresta a efectuarle un corte en el abdomen para extraerle el corazón que habrá de ser reemplazado. El segmento triangular lleno de rombos que se aprecia debajo del cuello indica que al individuo se le están estimulando y controlando las funciones biológicas, para que no muera.

Fig. 52.

Fig. 52: Extraen el
                                corazón del recibidor
Fig. 52: Extraen el corazón del recibidor (p.207)


Instante en que al individuo a quien se le va a transplantar el corazón se le está extrayendo el suyo. Obsérvese que, no obstante que ha quedado sin corazón, sigue sometido al estimulo y control de sus funciones biológicas, a juzgar por el triángulo lleno de rombos que se aprecia debajo del cuello. Esto se explica si se piensa que el complejo sistema de aparatos electrónicos que estimula y controla las funciones biológicas del individuo, se está encargando de mantener la circulación sanguínea. El individuo, pues, está vivo, lo que se reafirma con la hoja - símbolo de la vida - que se ve debajo de la mesa de operaciones.

Fig. 53.

Fig.
                              53: Irrigación del corazón
Fig. 53: Irrigación del corazón (p.208)


El corazón del donante está siendo perfundido (irrigado) con sangre de mujer embarazada y se encuentra (p.207) a punto de ser transplantado. A pesar de que el individuo receptor no tiene su corazón, se mantiene con sus funciones biológicas por acción del complejo sistema de aparatos electrónicos, a juzgar por el triángulo lleno de rombos que se aprecia debajo del cuello.

Fig. 54.

Fig.
                              54: Transplantan el corazón
Fig. 54: Transplantan el corazón (p.208)


El corazón está siendo transplantado y se le mantiene perfundido (irrigado) con sangre de mujer embarazada.

Fig. 55.

Fig.
                              55: Suturan la herida
Fig. 55: Suturan la herida (p.209)


El corazón ha sido transplantado y uno de los cirujanos sutura la herida operatoria con un instrumento accionado por energía electrónica que proviene del dispositivo que se observa en la parte superior. Este dispositivo tiene dos ramales:

-- uno sirve para la sutura y
--  el otro sirve de contacto.

El dispositivo que tiene en la mano el otro cirujano y que llega a la boca del operado representa simbólicamente la aplicación, por vía oral, de la hormona antirrechazo (p.209).

Fig. 56.

Fig.
                              56: Controlan el corazón implantado
Fig. 56: Controlan el corazón implantado (p.210)

ggg

El cirujano ha comprobado - valiéndose de un instrumento que simbólicamente sugiere un estetoscopio - que el corazón que se acaba de transplantar está funcionando. La hoja - símbolo de vida - que se aprecia por debajo de la mesa de operaciones, así lo confirma. La figura conectada a la boca del operado indica que está recibiendo un nutriente. La ausencia del triángulo lleno de rombos, que aparecía debajo del cuello, revela que al operado ya no requiere de aquel complejo sistema de aparatos electrónicos que le estimulaban y le mantenían sus funciones biológicas.

Fig. 57.

Fig.
                              57: Fin de la operación
Fig. 57: Fin de la operación (p.211)


La operación quirúrgica ha terminado. Esto queda de manifiesto en el hecho de que en esta escena, a diferencia de todas las anteriores dela serie, ya no se han graficado los órganos internos del operado. El (p.210) transplante del corazón ha sido, pues, un éxito. el símbolo de la hormona antirrechazo conectado a la boca del paciente, probablemente exprese la necesidad de seguir aplicando, por vía oral, en la fase post-operatoria, esta hormona, y también durante toda su vida. Las funciones biológicas del operado seguirán siendo estimuladas y controladas durante un período, como lo revela el triángulo lleno de rombos que se observa debajo del cuello (p.211)

Compartir:

Facebook







^