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Mapuche 8: Historia de creación

Como las energías han perdido su camino y produjeron la tierra y las estrellas

Mapuche 8:
                          Historia de creación con energías que
                          produjeron tierra y estrellas (01)
Mapuche 8: Historia de creación con energías que produjeron tierra y estrellas (01)
Mapuche 8: Historia de creación con
                            energías que produjeron tierra y estrellas
                            (02)
Mapuche 8: Historia de creación con energías que produjeron tierra y estrellas (02)

presentado por Michael Palomino (2011)

de: Agenda mapuche 2008, edición Txapüm Zuguwe

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<Epew (Historia) Wanglen (las estrellas)

Así se originó la vida según el pensamiento mapuche:

Dicen que no había tierra; agua tampoco, ni plantas ni personas, no había nada. En el aire, el territorio invisible vivían los constructores, los formadores, los poderosos del cielo (ngenchen-ülchen-ngenmapunülmapun) y con ellos vivían otros newen o fuerzas más pequeñas, los que obedecían a los constructores del universo.

Una vez las fuerzas pequeñas quisieron mandar y desobedecieron a los constructores. Unos dijeron que eran más que los constructores y que ellos debían mandar; por eso cuando los constructores supieron eso, se enojaron mucho; mandaron a los que aún obedecían que juntaran a los desobedientes, pero éstos no quisieron, entonces los constructores escupieron a los desobedientes y los convirtieron en piedras, como estaban amontonados se convirtieron en un futxake kura (gran piedra).

Luego los constructores les pusieron un pie encima; por el peso se partieron y les salió aire, todavía estaban vivos; los lanzaron entonces fuera del Wenu mapu (tierra del cielo) y al caer al vacío se reventaron quedando los pedazos esparcidos.

Los más enojados se juntaron y formaron una gran bola de fuego que se fue enfriando formando wingkul (cerros) y montañas grandes al caer en el nagmapu (tierra que heredamos); algunos quedaron atrapados y estos son espíritus de fuego, ahora son los püllüam (malamente nombrados pillan) estos quisieron salir hacia fuera de la montaña y empezaron a cavar y cavar, pero no pudieron llegar hasta arriba. Tenían tanto fuego en su cuerpo y más aún por la rabia se comenzaban a quemar, hasta que de repente reventaron y junto con ellos todas las montañas donde estaban atrapados.

Entonces salieron grandes chorros de cenizas, llamas y humo negro, pero ellos no pudieron salir; solo algunos salieron y quedaron colgados en el wenumapu (volcanes). Son ellos quienes se ven de noche y brillan, nosotros le decimos wanglen (estrellas).

Se dice que aún lloran mucho por la desobediencia de las fuerzas pequeñas, los constructores igual lloraron noches enteras y días enteros y las lágrimas cayeron sobre las montañas, arrastrando las piedras y las cenizas y se formaron suelos planos y valles, se acumularon las aguas y formaron ríos y mares, así se formó nuestro nagmapu (la tierra que heredamos).

Cuando los constructores no vieron nada en el nagmapu donde solo habían wingkul (cerros) y zegün (volcanes), escupiendo llamas y cenizas, preguntaron ¿para qué nos sirve nuestro mapu (tierra), si no tiene nada? Mientras el futxa püllü (grande espíritu) miraba los espíritus colgados en el Wenu mapu, que tanto alumbraban en la noche, descubrió una wanglen (estrella) muy bonita, a la cual le dio vida y convirtió en mujer, luego la mandó al nagmapu (la tierra que heredamos) para que adornara el püllü mapu (tierra grande), entonces se fue volando por el Wenu mapu (tierra del cielo), que tanto alumbraban en la noche, descubrió una wanglen (estrella) muy bonita, a la cual le dio vida y convirtió en mujer, luego la mandó al nagmapu para que adornara el püllü mapu (tierra grande) entonces se fue volando por el Wenu mapu (tierra del cielo) y bajó a la tierra. Al llegar comenzó a caminar, pero las piedras que lanzaron los espíritus de la montaña estaban esparcidos por todos lados y le hicieron crecer a su paso kachü (hierba, pasto), pu rayen (las flores) las que al ser alcanzadas por el küpam (el origen) de nuestra wanglen (estrella), crecían y comenzaban a florecer cuando wanglen (estrella) acariciaba las flores volaban hermosas yampüzken (mariposas), y pu üñum (las aves) de todos los tamaños y de todos los colores. Con su txekan (caminar) emergían de la tierra enormes anümka (plantas, árboles) convirtiéndose así en selvas vírgenes espesas y hermosas así se formó el Itxofill Mogen [itschofil monien], nuestra naturaleza, nuestra biodiversidad, los animales y todo lo que tiene vida.

Femngechi pirkeenew pu kuifike che, Ilituy Mogen mapu (así hablaron los antecedentes, y les gustaba), de esta manera me dijeron los antiguos que se formó la tierra, nos dijeron que debíamos respetarla.>

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