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Cabrera: Mensaje de las piedras

2. La clave de los Gliptolitos

2.1. EL GLIPTOLITO [la "piedra extraña", la piedra grabada] - 2.2. SÍMBOLOS - 2.3. HOMBRES - 2.4. GANADERÍA DE DINOSAURIOS

Fig. 24B: Hombre mata a dinosaurio
                paralizado
Fig. 24B: Hombre mata a dinosaurio paralizado (p.110)

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Presentación de Michael Palomino (2012)


de: Javier Cabrera Darquea: El mensaje de las piedras grabadas de Ica; edición privada, quinta edición 1991; avenida Bolívar 170, plaza de Armas, Ica, Perú. tel. 231933 / 234363;


LA CLAVE DE LOS GLIPTOLITOS

2.1. EL GLIPTOLITO [la "piedra extraña", la piedra grabada] (p.89-93)

Desde un pasado imprecisable el hombre ha dejado figuras grabadas en algunas rocas como testimonio de su existencia. Estas rocas grabadas se conocen con el nombre de petroglifos y se encuentran esparcidas en el Perú y en diversos lugares del mundo. No obstante los innumerables petroglifos encontrados y la perseverancia de los investigadores por interpretar sus figuras, estos testimonios pétreos se mantienen aún indescifrables, constituyendo uno de los más grande enigmas de la Antropología mundial.

[Más lugares con piedras grabadas: México y Francia]

A diferencia de los petroglifos, las Piedras Grabadas de Ica tienen la singularidad de parecerse a los cantos rodados. Grabados en piedras semejantes a cantos rodados se han hallado también - en la zona de Acambaro (México) y en las de La Colombière y Dordogne, ambas en Francia. Pero aún así las Piedras Grabadas de Ica destacan notablemente por su abundancia, la calidad del grabado la riqueza de la información que contienen y la indudable presencia de todo un sistema expresivo que ha servido de norma para graficar la información. El propósito de señalarle a la piedra grabada de Ica la diferencia respecto del petroglifo y del canto rodado de Acambaro, La Colombière y Dordogne, me ha conducido a denominarla Gliptolito (p.89).

[Clases de símbolos en general]

Del examen de un número grande de Gliptolitos he llegado a la conclusión de que sus grabados obedecen a un sistema de comunicación en el que se ha usado las figuras y elementos de las mismas como símbolos para transmitir sujetos, acciones, objetos, cualidades, circunstancias. Estos símbolos permiten descifrar sucesos simples y complejos.

He logrado distinguir tres tipos de símbolos. Uno de ellos se caracteriza porque su significado está dado por lo que ha simple vista representa la figura. Por ejemplo: la figura de un ave es el símbolo del ave; la figura de un animal representa simbólicamente al mismo animal; una figura humana es el símbolo del hombre; el dibujo de un continente es el símbolo del continente; una hoja es el símbolo de la hoja; una estrella es el símbolo de la estrella.

El otro tipo de símbolo consiste en una figura cuyo significando no es lo que a simple vista representa la figura, sino algo que la trasciende; por ejemplo: el dibujo de un ave es el símbolo de aparato de vuelo; la figura del alticamellus (camélido primitivo) es el símbolo de que el incremento calorífico del planeta sólo permite la vida de animales resistentes a altas temperaturas; el dibujo de una pirámide es el símbolo de un complejo sistema tecnológico captador, acumulador y distribuidor de energía; la figura de la hoja puede significar energía biológica, conversión de energía fotónica en electrónica o también energía cognoscitiva (capacidad reflexiva del hombre). Una rama es el símbolo de árboles o también conjunto de hombres. una estrella es el símbolo de central energética.

Otro tipo de símbolo es aquel en el que la figura no identifica nada a simple vista, por no tener parecido a ningún objeto, a ningún vegetal, animal ni hombre. Por ejemplo: un conjunto de cuadrículas puede significar vida humana o capacidad reflexiva; la cantidad de cuadrículas significa expresión numérica; líneas paralelas son el símbolo de vida vegetal o conocimiento en general, un conjunto de rombos significa vida animal, dos círculos concéntricos es el símbolo de aparato de vuelo cósmico.

Algunas veces el símbolo asociado a una figura adquiere (p.90) una significación más compleja. Por ejemplo: rayas en el dibujo de una mesa identificada como mesa de operaciones quirúrgicas, significan que sobre esa mesa actúa un sistema de energía; el sentido que sigue el trazo de las mencionadas líneas sirve para identificar la etapa a que pertenece la escena de la operación quirúrgica, si ésta aparece dibujada en varias etapas; la figura de una casa que tiene el símbolo de los rombos significa recinto de animales; un primate que toca con las manos la figura de una hoja (símbolo de vida humana), significa que se está acercando a la adquisición de cierto poder reflexivo que pueda elevarlo a la condición de hombres.

Si junto al primate aparecen dos círculos concéntricos - símbolo de aparato de vuelo cósmico - se formará un complejo simbolismo que significa que el ascenso de ese primate a la condición de hombre es hechura de un hombre sumamente inteligente llegado del cosmos en ese aparato de vuelo.

Como se podría entender, no se trata de que todas las figuras grabadas adquieran en la piedra la apariencia exacta de aquello que representan. La mayoría son símbolos y, por lo tanto, están muy lejos de la semejanza física del modelo. Así, por ejemplo, una mesa de operaciones quirúrgicas aparece representada como un rústico banco; los cirujanos no tienen la indumentaria que sería de imaginar; los avanzadísimos instrumentos utilizados para estas operaciones dan apariencia de ser muy simples y hasta burdos, pero su verdadero significado está dado por el conjunto de símbolos que integran la escena.

Asimismo, la avanzadísima tecnología empleada no está descrita de modo figurativo, sino que se revela a través de símbolos que a simple vista parecieran no significar nada. Las diversas jerarquías de hombres, establecidas según la capacidad reflexiva, se encuentran graficadas por ciertos añadidos que semejan adornos en la cabeza y en diferentes partes del cuero; tales adornos, sin embargo, son símbolos.

[Un conjunto de Gliptolitos (piedras extrañas)]

Se ha dicho en el capítulo anterior que un conjunto de Gliptolitos completan la información referente a un tema, de modo que el conjunto forma una serie. El número de Gliptolitos que integran una serie varía de acuerdo con la mayor o menor complejidad con que haya sido concebido (p.91) el tema. Así, por ejemplo, poseo una serie de seis Gliptolitos que tratan de modo secuencial el transplante de los hemisferios cerebrales y en que cada piedra tiene aproximadamente un metro de diámetro. Otra serie, que informa sobre el ciclo reproductivo del agnato, está integrada por más de 200 piedras y tiene la particularidad de emplear piedras de reducidas dimensiones cada vez más crecientes a medida que el ciclo se acerca a su fase final.

[Más señales de mensajes: modalidad y dimensión de la piedra misma]

A manera de complementos, dos características de los Gliptolitos ayudan a precisar las ideas representadas en las figuras: la modalidad del grabado y la dimensión de la piedra. en la mayoría de especímenes el grabado se ha hecho con simples líneas acanaladas, modalidad empleada cuando las figuras representadas no han requerido de detalles para explicitar las ideas; la profundidad de los canales es de uno a dos milímetros. Por otro lado, la necesidad de precisar detalles con el propósito de explicitar ideas, ha conducido a una segunda modalidad: el bajo relieve. Hay Gliptolitos en que combinan ambas modalidades. Se observa, por ejemplo, en el conjunto de piedras que forman una serie sobre el ciclo reproductivo de un animal, que las líneas acanaladas se usan para representar al animal cuando se encuentra en forma muy simple como es en los comienzos del ciclo, mientras que cuando en fases más avanzadas tiene forma compleja, se emplea el bajo relieve para precisar sus detalles y por lo tanto la multiplicidad de ideas que se han querido transmitir. Asimismo composiciones complejas han exigido el uso de piedras de grandes dimensiones que en algunos casos tienen más de 1,3 metros de diámetro mayor; tal el caso, por ejemplo, de un Gliptolito en que se han representado simbólicamente dos naves espaciales. Composiciones simples han exigido el uso de piedras pequeñas, como por ejemplo Gliptolitos que representan individualmente algunos animales y cuyo diámetro es en algunos Gliptolitos menos de tres centímetros.

[Las piedras grabadas son un sistema de escritura]

Las Piedras Grabadas de Ica o Gliptolitos son, pues, un singular sistema de escritura empleado en el más remoto pasado por una humanidad que alcanzó un desarrollo científico y tecnológico muy avanzado. A esta humanidad (p.92) la he denominado Humanidad Gliptolítica y a los hombres que formaron parte de ella, Hombres Gliptolíticos. El hombre actual puede resistirse a creer que lo que a simple vista muestran los Gliptolitos sea una forma de escritura y se incline más bien a pensar que sean meras representaciones con un propósito sentimental, de recreación o de adorno. Sin embargo, la existencia de temas que informan sobre avanzadísimos conocimientos científicos y tecnológicos basta para desechar tal idea. Es más: la presencia de figuras esquematizadas y la de signos que nada  tienen de bellos y que aparentemente son impenetrables, confirman que los grabados fueron concebidos con la intención de transmitir mensajes en clave para los hombres del futuro.

Pero descifrar el mensaje contenido en cada serie de Gliptolitos exige dos condiciones: disponer de por lo menos la mayor cantidad de gliptolitos integrantes de la serie y poseer el conocimiento alcanzado por la humanidad actual sobre el tema contenido en la serie. Sin lo primero se corre el riesgo de que el mensaje no sea completo y sin lo segundo el Gliptolito pierde su sentido y se torna en piedra (p.93).


2.2. LA HOJA, SÍMBOLO DE LA VIDA (p.93-95)

[La fotosíntesis]

Valiéndose de la clorofila (sustancia que da color verde a las hojas de los vegetales), la hoja vegetal recibe la energía solar y la convierte en energía electrónico-química. Esta energía le permite a la hoja transformar sustancias simples de naturaleza inorgánica (agua, anhídrido carbónico, amoniaco, etc.) en sustancias complejas, de naturaleza orgánica (azúcares, grasas, proteínas, etc.). Las plantas se alimentan de una parte de estas sustancias orgánicas y almacenan el resto. Esta capacidad de transformar (síntesis) la materia inorgánica en orgánica la tienen también los animales inferiores, aunque restringida. Los animales superiores y el hombre, que carecen de capacidad para realizar esta transformación, dependen de los vegetales para poder subsistir. La hoja vegetal, por lo tanto es el elemento fundamental para la vida de todos los seres (p.93) que hay sobre la Tierra.

[La energía en el hombre]

La vida es energía, y en el hombre la energía se manifiesta bajo diversas modalidades: el hombre tiene calor (energía calorífica), tiene movimiento (energía mecánica), realiza funciones orgánicas (energía electrónico-química), posee fluidos eléctricos (energía eléctrica) y realiza complejas funciones psíquicas, es decir, posee voluntad, siente y piensa (energía cognoscitiva).

Salvo el llamado marcapaso, usado para restablecer el ritmo cardíaco con energía eléctrica proveniente de una pila, y salvo también el aprovechamiento de la energía solar para producir determinadas transformaciones metabólicas a nivel de la piel, la humanidad actual no ha logrado adaptar su organismo para que utilice directamente energía que no provenga de los alimentos. Es el caso de la energía solar y de la energía cósmica. Esta es mucho más potente que la primera.

[Ejemplos de interpretaciones hoja+otro objeto]

Por la observación y análisis de los símbolos contenidos en los once mil Gliptolitos de mi colección, he encontrado como símbolo más importante la figura de la hoja vegetal. Asociado a la figura del hombre, de un animal o de un objeto, la hoja puede significar vida humana o una determinada modalidad de energía según aquello a lo cual vaya asociada la hoja.

-- Asociada al hombre, generalmente significa energía cognoscitiva, es decir, capacidad de reflexión, y

-- si además de un hombre hay un animal u otro hombre, significa que el primero está dando al vida o la capacidad de reflexión.

-- Asociada a las patas de un pájaro que sea el símbolo de aparato de vuelo, la hoja vegetal significa que el aparato está transportando vida humana.

-- Asociada al pico de un pájaro que sea igualmente el símbolo de aparato de vuelo, significa que la nave transporta vida humana y al mismo tiempo que el hombre o los hombres están aportando, de sí mismos, el fluido energético con que funciona la máquina.

El símbolo de la hoja usado por la Humanidad Gliptolítica para manifestar en la piedra diversas formas de energía se explica por el hecho de que a diferencia de la actual humanidad y de acuerdo con lo que he podido encontrar en otros Gliptolitos, no sólo conoció la función clorofílica como sustento de la vida sino que además logró adaptar (p.94) esta función al organismo de algunos hombres para que captaran directamente y asimilaran, sin mediación de los alimentos, las diversas formas de energía, en este caso las provenientes del sol y del cosmos. Esto explica lo que hace poco he mencionado: que el hombre era capaz de aportar de sí mismo el fluido energético con que funcionaban los aparatos de vuelo, fluido que captaba directamente del cosmos (p.95).


2.3. EL HOMBRE DE LA HUMANIDAD GLIPTOLÍTICA (p.95-102)

[Fueron capaces para "generar hombres"]

Como se verá al tratar de planetas habitados por el hombre (Cap.VI), la Humanidad Gliptolítica fue hechura [modelos] de hombres que vinieron del cosmos. Mediante el transplante de códigos cognoscitivos a unos primates que pertenecían a un tipo de primate muy inteligente, generaron hombres. Basándome en lo que informa un Gliptolito sobre el transplante de estos códigos y basándome en los actuales experimentos que sobre este asunto realizan los neurofisiólogos en animales, deduzco que los códigos cognoscitivos serían conjuntos moleculares de ácidos nucleicos y proteínas, que constituirían la base física del conocimiento (Sobre el transplante de códigos cognoscitivos véase Cap. VII).

A juzgar por la figura de una primate que se repite en muchos Gliptolitos, pienso que debió tratarse del notharctus [lemur], primate que según informa la Paleontología se extinguió hace 50 millones de años.


Lemur
                                (notharctus)
Lemur (notharctus)  [Fig.21] (p.97)

Reconstrucción gráfica del notharctus, a partir de sus fósiles. Según la Paleontología, este primate parecido al lemur actual seextinguó hace 50 millones de años. Es el más antiguo antepasado que se conoce en la familia a que pertenecen los monos y os lemures y posiblemente fue muy inteligente puesto que tenía un cerebro muy considerable. El notharctus del cual los Hombres Gliptolíticos generaron hombres debió ser más grande y, en cuanto al cerebro, mucho más evolucionado (p.97).



[El "falso oso" (notharctus)]

Según la Paleontología, hace millones de años el notharctus corría y trepaba por los bosques en busca de insectos y frutos. Su nombre significa "falso oso", porque cuando se hallaron sus primeros fósiles se creyó que eran los de un oso de pequeño tamaño. El notharctus tenía una gran cola y es probable que ésta pudiera enroscarse alrededor de una rama, como la de un mono. Tenía un rostro delgado, parecido al del zorro, ojos muy grandes y unos dedos prensiles en las cuatro patas. Se parecía el lemur actual, pequeño primate arborícola.

El notharctus es el más antiguo antepasado que se conoce en la familia a la que pertenecen los monos y los lemures. Comparado con otros animales de su época, es posible que fuese muy inteligente (p.95), puesto que tenía un cerebro muy considerable con relación a su tamaño total. La Paleontología informa además que medía un metro de longitud, correspondiendo la mitad de ésta a su cola, pero pienso que el notharctus del cual los que vinieron del cosmos generaron hombres, debió ser mucho más grande y más evolucionado en cuanto al tamaño de su cerebro. Todos los hombres generados a partir de los notharctus formaron una escala de hombres de menor a mayor nivel cognoscitivo (Sobre los diferentes tipos de esta escala véase Cap. VI).

Los de mayor nivel cognoscitivo pertenecían a lo que llamo el nivel de hombres reflexivos y científicos. Por encima de éstos sólo se encontraban los que habían llegado del cosmos, es decir, los verdaderos Hombres Gliptolíticos, nombre que sólo por extensión uso también para hombres generados por ellos. Sin embargo, apoyándome en la lectura e interpretación que he logrado hacer de un Manto Paracas, los hombres que vinieron del cosmos ascendieron a su propio nivel cognoscitivo a algunos hombres reflexivos y científicos, mediante la modificación genética del código somático de estos hombres, es decir, mediante la alteración - a nivel molecular - del sistema embriogenético, responsable de la formación de los órganos (Sobre este punto véase Cap. VII). Precisamente, mediante esta alteración, añadida al transplante de códigos cognoscitivos, se logró ascender al notharctus al rango humano; pero este rango no podía ser sino el de un simple humanoide, el nivel más inferior dentro de la escala humana que se generó.

La Humanidad Gliptolítica había llegado a dominar tanto la ciencia y la tecnología que había encontrado el medio de que los hombres desarrollaran a límites imprevisibles su capacidad de reflexión. Sabía que esta capacidad era una forma de energía, energía cognoscitiva, la que incrementada cada vez más podía conducir a los hombres hacia el conocimiento del universo y por lo tanto a dominar las otras formas de energía. para ellos los hombres no sólo adaptaron su organismo al ambiente sino también a la función cognoscitiva. Y por eso, a diferencia de los hombres de la humanidad actual cuya existencia tiene como finalidad alcanzar la felicidad a través del bienestar (p.96) material, la Humanidad Gliptolítica tuvo como finalidad de su existencia el desarrollo de su capacidad reflexiva (energía cognoscitiva) para incrementar y conservar el conocimiento. Si algunos hombres de la humanidad actual alcanzan ocasionalmente el éxtasis cuando se realizan a través de una elevada y profunda forma del sentimiento y del pensamiento (a través del amor, la poesía, el arte y la ciencia) la Humanidad Gliptolítica lo alcanzó de modo permanente a través del desarrollo de su capacidad reflexiva y del incremento de su conocimiento.

[Símbolos en cabezas de hombres - interpretaciones]

Sabiendo los hombres de la Humanidad Gliptolítica la importantísima función que realiza la hoja vegetal - función que adaptaron a su organismo, como ha quedado dicho - y sabiendo que esta función generaba la vida y que la vida se manifiesta en el hombre bajo diversas modalidades de energía, y habiendo sido la energía cognoscitiva la más importante para ellos, tomaron la figura de la hoja vegetal como símbolo que representara en sus grabados dicha energía cognoscitiva. Por eso, el hombre reflexivo y científico - el de más alto nivel cognoscitivo en la escala de hombres - aparece representado en los grabados detentando en la cabeza un complejo simbólico en que destaca la hoja. No se trata, pues, como podría creerse a la simple observación de los grabados, que los hombres vivían usando adornos en la cabeza y que tales adornos tenían la forma de hojas.

Si se observa la representación de su figura humana (Fig. 21),


Astrónomo con ornamentos
Fig. 21: Astrónomo con ornamentos (p.99)

Representación simbólica del hombre de la Humanidad Gliptolítica. La representación corresponde al hombre del rango reflexivo y científico. Reproducción de una figura grabada en una piedra de Ica (p.99).


se apreciará que tiene en la cabeza un complejo de elementos simbólicos. Coronando este complejo aparece un primer conjunto, dos semihojas (1 en Fig. 21), símbolo de un desconocido mecanismo que le permitió estimular su cerebro para incrementar su función cognoscitiva y también para convertir directamente la energía solar (fotónica9 y la energía cósmica (corpuscular) en energía electrónica, a fin de usar ésta en el funcionamiento de instrumentos y aparatos. Supongo que, por sus efectos, aquel desconocido mecanismo funcionaba como funciona el igualmente desconocido mecanismo de la molécula de clorofila.

Debajo de las semihojas hay un segundo conjunto en forma de banda que termina en dos puntas (2 en Fig.21); es el símbolo de (p.98) que este hombre posee un elevado rango cognoscitivo que lo sitúa por encima de otros; su rango es el de un hombre reflexivo y científico, lo que significa que puede realizar todas las elevadas funciones intelectuales (como se verá más adelante, la modificación de uno o más elementos de este segundo conjunto simbólico determina la actividad (p.99) intelectual que realiza este hombre).

El tercer conjunto que tiene la forma de un cono con la punta hacia atrás (3 en Fig.21), es el símbolo indicador de que este hombre tiene almacenada una enorme cantidad de conocimientos a los que puede recurrir, mediante su potente capacidad reflexiva, para hallar nuevas informaciones.

Dicho de otro modo: estos conocimientos almacenados, sometidos al complejo mecanismo analítico de la mente, actúan como una computadora que le permite a este hombre hallar las respuestas con una rapidez extraordinaria. La sección llena de rombos que a manera de calzón tiene esta figura humana (4 en Fig. 21), también es un símbolo; los rombos son el símbolo de vida animal y en este caso significa que el organismo de este hombre funciona como el de un ser animal, a pesar de que este hombre no necesita de los alimentos para hacer uso de la energía, pues la puede captar directamente del sol y del cosmos.

No obstante, y a juzgar por la información contenida en otros Gliptolitos, entiendo que recurría de modo ocasional a esta ventaja, pues en otros gliptolitos se le ve disponiendo lo necesario para la producción de alimentos.

Finalmente, se observa que esta figura humana ofrece otro símbolo: dos líneas paralelas a la altura de cada tobillo (5 en Fig.21); significa capacidad de movimiento, es decir, tiene aptitud para realizar los movimientos propios de un ser humano. Por otra parte, la Humanidad Gliptolítica ha dejado en la piedra un símbolo para representar conjunto de hombres; el símbolo consiste en una rama que tiene adheridas muchas hojas (Véase Fig. 21). Si la rama tiene raíces significa que el conjunto de hombres se ha establecido en el lugar, y si está coronada por una flor, la rama significa que el esfuerzo del conjunto de hombres ha sido coronado por el éxito.

El hombre de la humanidad actual tiene como uno de sus ideales la figura atlética. No sólo lo sabemos por lo que actualmente se ve sino también por las referencias de la historia y de los hallazgos de la Arqueología. Figuras humanas que han dejado los griegos, tal el caso de la estatua del discóbolo de Mirón, y aquella costumbre de los mismos de deshacerse, como sucedía en Esparta, de los niños que no prometían condiciones físicas para la figura (p.100) atlética, revelan que la humanidad actual ha tenido siempre este ideal. La figura atlética requiere piernas largas y fuertes para el desplazamiento del cuerpo con un máximo de seguridad y velocidad; asimismo exige una voluminosa caja torácica que permita mayor disponibilidad de oxígeno para cumplir pesadas funciones mecánicas. Estas funciones sólo pueden realizarse con fuertes brazos y manos dotadas del pulgar en posición oponible a los otros dedos; así, las manos del hombre de la humanidad actual tienen características de garra.

El conjunto de la figura atlética, perfecto desde el punto de vista mecánico, necesita de un cerebro que esté en armonía con él, es decir, que no lo desequilibre. Por esa razón el cráneo no puede albergar un cerebro más grande. Si bien la figura humana que muestran los Gliptolitos es sólo representación simbólica, pienso que ella se aproxima en algunos aspectos a la verdadera conformación física que posiblemente tuvo. Se observa que su figura no es atlética (Fig.21) y que ofrece una desproporción entre el tamaño de la cabeza, el de su cuerpo y el de sus extremidades. La cabeza es voluminosas, el vientre lo es mucho más, las extremidades superiores son largas y con dedos igualmente largos sin que el pulgar esté en posición oponible, lo que revela que no realizaba funciones mecánicas; las extremidades inferiores son fuertes y cortas. Teniendo la Humanidad Gliptolítica como finalidad de su existencia el desarrollo de la capacidad reflexiva para incrementar y conservar el conocimiento, la conformación física del hombre tuvo necesariamente que adaptarse al ejercicio constante de la función cognoscitiva. De allí que este hombre tuviera un cerebro voluminoso, y que sus extremidades superiores, alejadas de la función mecánica, no fueran robustas ni sus manos requiriesen que el pulgar estuviera en posición oponible. Las piernas cortas y fuertes y el voluminoso vientre desplazado hacia abajo permitían el equilibrio con aquella cabeza grande, no sólo cuando el hombre se hallaba en reposo sino también cuando caminaba.

Así, con esta representación simbólica de la figura humana, la Humanidad Gliptolítica reitera lo que informan otros Gliptolitos: que su existencia estuvo regida por una creciente actividad intelectual (p.101).


Los hombres que llegaron del cosmos - los auténticos Hombres Gliptolíticos - están representados en la piedra grabada bajo la figura del hombre reflexivo y científico. Los demás hombres de la escala (como se verá en el Cap. VI) se diferencian en la piedra por ciertos símbolos que revelan diversos grados de capacidad reflexiva y de conocimiento (p.102).


2.4. LECTURA GLIPTOLÍTICA: GANADERÍA DE DINOSAURIOS (p.102-111)

Escojo ahora un mensaje gliptolítico con el propósito de introducir al lector en la lectura e interpretación del simbolismo gliptolítico. Se trata de un mensaje que nos habla de ganadería de dinosaurios.

Las Piedras Grabadas de Ica o Gliptolitos que informan sobre este tema son muy numerosas e integran una serie. De ella sólo dispongo de 150 ejemplares y he comprobado que otros ejemplares se hallan esparcidos en poder de coleccionistas. Para la lectura e interpretación del tema del caso utilizaré solamente tres ejemplares de los que poseo porque considero que son suficientes.

Uno de estos Gliptolitos es casi esférico, de color amarillento y aproximadamente de sesenta centímetros de diámetro. Salvo la cara que le sirve de base, la modalidad del bajo relieve con que se han hecho las figuras no ha dejado ninguna zona de la superficie sin haber sido trabajada. en una de sus caras se observa la figura de un dinosaurio de la especie estegosaurio, que tiene en la boca una hoja; en este caso la hoja es símbolo de energía biológica, lo que significa que el dinosaurio se está alimentando (Fig.22A).


Fig.22A:
                                Estegosaurio con hombre en objeto
                                volador
Fig. 22A: Estegosaurio con hombre en objeto volador (p.103)

Dinosaurio de la especie estegosaurio paciendo en una plantación de ceiba pentandra. Desde un aparato volador un hombre lo observa dispuesto a paralizarlo, a fin de darle muerte y aprovechar la carne. La Humanidad Gliptolítica hizo de estos animales una ganadería (p.103)


La rama que aparece por debajo del dinosaurio (6 en Fig. 22A) significa simbólicamente árboles; pienso que se trata de la ceiba pentandra, planta que según la Paleontología abundó en la era Mesozoica, era en que el grabado significa alimento predilecto de estos reptiles y la figura del dinosaurio asociada a la rama sugiere que el animal se encuentra en una zona donde existe (p.102)  una inmensa plantación de este vegetal. A la izquierda y por encima del dinosaurio hay una figura humana (1 en (p.103) Fig. 22A) en actitud de observar al dinosaurio desde lo alto, valiéndose de un instrumento óptico (7 en Fig.22A). La figura humana tiene en una de las manos un arma cortante y puntiaguda, lo que sugiere que la observación implica una estrategia para usar el arma contra el dinosaurio. La figura humana realiza su observación estratégica desde un aparato volador, cuya parte posterior muestra una prolongación (5 en Fig. 22A) que lleva inserto un complejo simbolismo que daré a conocer más adelante. La parte anterior del aparato volador tiene adherida una hoja (9 en Fig. 22A9, símbolo en este caso de energía captada por el aparato para su funcionamiento. Entiendo que esta energía provenía del sol y que se obtenía mediante un dispositivo especial basado en el principio que emplea la hoja vegetal para convertir los fotones  solares (radiación) en electrones (electricidad).

Este principio de conversión de fotones en electrones se emplea actualmente para el funcionamiento de los llamados satélites-espías, que el hombre ha puesto en órbita para realizar observaciones de la Tierra. El precario simbolismo que muestra en la cabeza la figura humana revela que no es un hombre reflexivo y científico y que en consecuencia su capacidad cognoscitiva es de menor rango. Las rayas paralelas de la cabeza son el símbolo de un hombre preparado solamente para una labor específica de tipo tecnológico, como veremos al tratar de los tipos de hombres que, de acuerdo con su nivel cognoscitivo, existieron en la Humanidad Gliptolítica (Véase Cap. VI).

La otra cara de este Gliptolito (Fig. 22B)


Fig.
                                22B: gas paraliza dinosaurio
Fig. 22B: gas paraliza dinosaurio (p.105)

Un gas paraliza la mitad delantera del dinosaurio, mientras la punción del ganglio pélvico le paraliza el resto del cuerpo (p.105).


nos revela una escena que es la continuación de la anterior. Se ha desprendido del aparato volador una figura alargada y ondulada que en uno de sus extremos toca el hocico del dinosaurio (4 en Fig. 22B). Obsérvese que esta figura alargada tiene unas líneas paralelas y rectas en el extremo cercano al aparato volador, las cuales en el extremo que toca al dinosaurio ya no son rectas sino onduladas. Pienso que esto significa que el aparato volador ha lanzado un gas contra el dinosaurio con el propósito de que el animal lo absorba y quede paralizado; las líneas paralelas y rectas significan que el gas sale a presión del aparato (p.104) volador y las líneas paralelas y onduladas, que el gas ha llegado a su destino y comienza a expandirse. Obsérvese, asimismo, la parte central de la figura que representa al gas: ofrece signos escalonados, pares de líneas verticales y pequeños círculos. Son los mismos signos que aparecen en aquella prolongación que hemos observado en la parte posterior del aparato (5 en Fig. 22A).

Esta similitud (p.105) significa que el gas paralizante ha sido lanzado por aquella prolongación del aparato volador. También se observa que el hombre que tiene en la mano un arma cortante y puntiaguda y que en la cara anterior se limitaba a observar, ahora ha descendido del aparato volador hasta posarse sobre la cola del dinosaurio y se mantiene asido al aparato por medio de una especie de cable (8 en Fig. 22B); el hombre está aplicando una punción con el arma al dinosaurio.

Se sabe por la Paleontología que el dinosaurio de la especie estegosaurio era de dimensiones gigantescas, pero que en cambio su cerebro era demasiado pequeño. Se sabe, asimismo, que la médula espinal del estegosaurio adquiría a la altura de la cadera un abultamiento (ganglio pélvico) veinte veces más grande que el cerebro, y que servía para comandar los movimientos y la sensibilidad de la mitad posterior del cuerpo. Esto ha hecho suponer que el cerebro del estegosaurio, por ser tan pequeño, no se bastaba para comandar la sensibilidad y los movimientos de todo el cuerpo del animal. De acuerdo con esta información, entiendo que el lanzamiento del gas tiene acá el propósito de paralizar la primera mitad del estegosaurio y que la punción hecha con el arma se está operando justamente en el ganglio pélvico con el propósito de completar la paralización del animal. La representación simbólica que aparece en esta cara del Gliptolito se complementa con la presencia de otro hombre, que mediante un instrumento óptico observa la escena desde el aparato (2 en Fig. 22B).

Como se comprende, no se trata de una burda cacería de este animal. A juzgar por el símbolo que me ha permitido saber que el dinosaurio se encuentra en una inmensa plantación de su alimento preferido - la ceiba pentranda -, entiendo que este Gliptolito está manifestando que el hombre de aquella humanidad les tenía reservado territorios especiales para criarlos y cebarlos, exactamente como en la actualidad se reservan zonas cultivadas de pasto para el ganado. Esto y los conocimientos de fisiología que fueron necesarios para la captura de este fiero y gigantesco reptil, nos dicen que las escenas representativas representadas en el Gliptolito señalan la manera técnica y planificada (p.106) como se procedía para el aprovechamiento de esta ganadería.

La idea de que el cerebro del dinosaurio de la especie estegosaurio era tan pequeño que no se bastaba para el control de todo el cuerpo, la encuentro remarcada en otro Gliptolito de esta misma serie (Fig.23).


Fig.
                                23: dinosaurio con cerebro pequeño
Fig. 23: dinosaurio con cerebro pequeño (p.107)

Que el cerebro del dinosaurio era tan pequeño que sólo podía comandar los movimientos y registrar la sensibilidad de la mitad delantera de su cuerpo y que el control y el registro de la otra mitad los hacía mediante una protuberancia (ganglio pélvico) que tenía a la altura de la cadera, lo demuestra también esta piedra en la que se observa que la punción en el ganglio pélvico no le afecta la mitad delantera, por lo que el dinosaurio sigue, impasible, alimentándose (p.107).



Se trata de un Gliptolito de color negruzco, de un metro de diámetro aproximadamente y en el que las figuras - a diferencia de las del Gliptolito anterior - han sido grabadas mediante incisiones acanaladas. En él se observa que mientras un (p.107) hombre (16 en Fig. 23) se ha posado sobre la cola del estegosaurio y le aplica la punción en el ganglio pélvico por medio del arma puntiaguda (13 en Fig. 23) - lo que significa que acaba de paralizarle la mitad posterior del cuerpo - el dinosaurio permanece impasible en su mitad delantera, tanto que prosigue alimentándose mediante la energía biológica representada simbólicamente por tres hojas (14 en Fig. 23).  La sensibilidad de la mitad delantera del cuerpo del animal aparece expresada simbólicamente por unas líneas en forma de enrejado (12 en Fig.23).

La presencia de un aparato de vuelo (11 en Fig. 23) desde el cual observa otro hombre (10 en Fig. 23), valiéndose en un instrumento óptico (15 en Fig. 23), da a entender que ésta es otra escena de captura de dinosaurios, en la que aún falta la acción que indique como proceder a paralizarle la mitad delantera. Una de las caras de un tercer Gliptolito de la misma serie completa la acción anterior (Fig. 24A).


Fig.
                                24A: Paralización de un dinosaurio por
                                punción
Fig. 24A: Paralización de un dinosaurio por punción (p.109)

Paralización de la mitad posterior de un dinosaurio mediante la punción del ganglio pélvico y paralización de la mitad delantera mediante descarga eléctrica (p.109).



Este Gliptolito tiene aproximadamente 1,10 metros de diámetro, color negruzco y sus figuras están trazadas mediante incisiones acanaladas. Se observa a un hombre (2 en Fig. 24A) aplicando con el arma puntiaguda y cortante la punción en el ganglio pélvico del dinosaurio (7 en Fig. 24A). Con ello se ha producido la paralización posterior de la mitad del animal. Sobre el dorso del dinosaurio se ve a otro hombre (1 en Fig. 24A), que mediante un arma en forma de hacha descarga un fluido en el hocico del animal (8 en Fig. 24A). A juzgar por el simbolismo de la cabeza, ambos hombres tienen mayor capacidad reflexiva que los que hemos visto en los dos Gliptolitos anteriores; se trata de hombres reflexivos y científicos.

Si recordamos que las dos semihojas que la figura del hombre gliptolítico ostenta en la cabeza son el símbolo de un desconocido sistema que le permitía captar y convertir la energía solar (fotónica) y cósmica (corpuscular) en energía electrónica, se entiende que lo que uno de estos hombres descarga en el hocico del dinosaurio debe ser un fluido eléctrico. El propósito: paralizarle la mitad delantera del cuerpo. Frente al empleo del gas paralizante, el uso del fluido eléctrico revela otra modalidad que (p.108) tenía el hombre gliptolítico para capturar dinosaurios. La figura del hacha que se observa en este Gliptolito debe entenderse como un símbolo de lo que debió haber sido un avanzado instrumento para lanzar una potente descarga eléctrica.

La otra cara de este mismo Gliptolito completa la escena anterior (Fig. 24B).

Fig.
                              24B: Hombre mata a dinosaurio paralizado
Fig. 24B: Hombre mata a dinosaurio paralizado (p.110)

Un hombre se dispone a matar al dinosaurio, luego de haberlo paralizado. Se observa una cría de dinosaurio (p.110).



Se ve a un hombre reflexivo y científico en actitud de proceder a matar al dinosaurio, después de haberlo paralizado totalmente (3 en Fig. 24B). Símbolo de que el animal está inconsciente son las líneas que a manera de un haz se proyectan desde el ojo. Obsérvese la ausencia de este símbolo en la escena anterior (p.109).

Por otro lado se observa a una cría de dinosaurio (6 en Fig. 24B) que lleva en el lomo a un hombre (4 en Fig. 24B). El símbolo que ostenta este hombre en la cabeza es igual al de los hombres que aparecen en los dos primeros Gliptolitos que he interpretado; en consecuencia, es un hombre de menor capacidad cognoscitiva que el hombre reflexivo y científico, y las líneas paralelas que tiene en el complejo simbólico de la cabeza revelan que está preparado para una labor específica de tipo tecnológico. La hoja que el hombre ostenta en las manos (9 en Fig. 24B) y toca la cabeza de la cría, significa que el animal aún necesita de la energía biológica para completar su desarrollo corporal, motivo por el cual no es objeto de captura.

A través de los testimonios que revelan estos Gliptolitos, se entiende claramente que en la Humanidad Gliptolítica no se temió al dinosaurio. La humanidad actual, sin dejar de negar la coexistencia del hombre con el dinosaurio (p.110), ha imaginado sólo con propósitos de diversión tal coexistencia. Al hacerlo, ha fabulado una imagen empavorecida del hombre ante la presencia del dinosaurio, sencillamente porque no puede despojarse de la errónea idea de que el hombre, cuanto más antiguo, ha sido un hombre más primitivo y como tal incapaz de saber oponerse a los peligros que excedían su fuerza física. Pero los testimonios de estos Gliptolitos no sólo revelan que se dio esa coexistencia y que el hombre estaba muy lejos de empavorecerse ante la sola presencia de estos animales, sino también que, aplicando el conocimiento científico que tenía de la fisiología en este espécimen y protegido de una avanzada tecnología, el hombre los dominó al extremo de implementar una tecnología para hacer de ellos una abundante fuente natural de proteínas (p.111).


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