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Cabrera: Mensaje de las piedras

1. Existió otra humanidad

1.1. LAS PIEDRAS GRABADAS DE ICA

Pisapapel con pez, la primera
                piedra grabada que recibió Sr. Cabrera en 1966
Pisapapel con pez, la primera piedra grabada que recibió Sr. Cabrera en 1966

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Presentación de Michael Palomino (2012)


de: Javier Cabrera Darquea: El mensaje de las piedras grabadas de Ica; edición privada, quinta edición 1991; avenida Bolívar 170, plaza de Armas, Ica, Perú. tel. 231933 / 234363;


<Capítulo I:

EXISTIÓ OTRA HUMANIDAD

1.1. LAS PIEDRAS GRABADAS DE ICA (p.27-32)

[Todo inicia con una piedra de pisapapel]

Eran los primeros días de mayo de 1966. Félix Llosa Romero, amigo mío desde la infancia, atravesó la Plaza de Armas de la ciudad de Ica y llegó a mi domicilio donde yo tenía instalado mi consultorio Médico. Félix Llosa Romero sostenía en la mano derecha una pequeña piedra. "La he traído para ti - me dijo -. Te la obsequio; es bonita y se verá muy bien como pisapapel en tu escritorio". La tomé en la mano y me sorprendió su gran peso. Era una piedra ovalada, de color negruzco y tenía grabada en un lado de la superficie la figura de un pez desconocido. La piedra me pareció extraña (Figura 1).

Pisapapel
                    con pez, la primera piedra grabada que recibió Sr.
                    Cabrera en 1966
Pisapapel con pez, la primera piedra grabada que recibió Sr. Cabrera en 1966 (p.28)


[Pero hay otra piedra que ha visto antes - de su papá viniendo de obras de pistas]

Era la segunda piedra grabada que yo veía. Aproximadamente treinta años atrás, mientras se realizaban obras de recuperación de tierras en la hacienda Los Pobres que poseía mi padre en el distrito de Salas (provincia y departamento de Ica), la sonda de perforación que extraía material del subsuelo sacó de la profundidad una piedra semejante. En aquel entonces los hombres que trabajaban en las obras dijeron que aquella piedra había sido grabada por los incas. Atribuyeron el grabado a los incas porque era frecuente en esta zona encontrar ceramios, objetos de metal y de madera, tejidos y restos humanos de las culturas (p.27) del antiguo Perú que existieron en la región (1).

(1) Los arqueólogos sostienen que los hombres peruanos tienen una antigüedad de 20 mil años y que hace sólo 3 mil años adquirieron un adelanto cultural de cierta importancia. Repartidos en diferentes valles del territorio peruano formaron grupos bastante diferenciados culturalmente, a los que se les ha llamado reinos o culturas preincas. El reino del Cusco o cultura inca es mucho más reciente y dominó a los otros, algunos de los cuales se encontraban en decadencia, otros habían desaparecido y otros mantenían su esplendor. A las culturas inca y preincas se les denomina culturas del antiguo Perú, culturas precolombinas o culturas prehispánicas; en estos dos últimos casos par señalar el límite de su vigencia debido a la llegada de Colón a América y los conquistadores españoles al Perú, respectivamente. A veces las denomino en este libro culturas clásicas del antiguo Perú, con el propósito de reiterar que son del pasado reciente y que por ello no corresponden a la humanidad materia de este libro, humanidad que estuvo repartida en todo el orbe y cuyos testimonios (las piedras grabadas de Ica) son la prueba de que el hombre remonta su existencia sobre la Tierra a millones de años atrás.

Recuerdo que la piedra extraída por la sonda de perforación tenía grabada la figura de un ave desconocida. mi padre guardó la piedra. Por entonces yo tenía dieciséis años y mi interés era ingresar a la Universidad Nacional Mayor de "San Marcos" de Lima para estudiar Medicina. De manera que la atracción que yo sentí por esta piedra, con mis nuevos estudios se disipó. Tanto fue así, que nunca supe cuál fue el destino de ella (p.28).

[Objetos de metal y de madera son conocidos - piedras grabadas son nuevas]

Mi amigo Félix Llosa Romero se hallaba frente a mí y yo meditaba sobre el posible origen de la piedra que me acababa de obsequiar. Le pregunté de dónde la había obtenido y me dijo que se la había dado su hermano, quien era poseedor de una vasta colección de estas piedras. Esto me sorprendió, porque en Ica siempre se hablaba de los ceramios, tejidos y objetos de metal y de madera que de cuando en cuando eran encontrados en las tumbas de los cementerios precolombinos, pero no se hablaba de piedras grabadas.

Mi sorpresa fue mayor cuando Félix Llosa Romero añadió que desde hacía muchos años los huaqueros (2)

(2) Huaquero: el que practica clandestinamente excavaciones en busca de tesoros arqueológicos, actividad severamente penada por las leyes peruanas a fin de resguardar el patrimonio arqueológico del país.

de Ocucaje (caserío del distrito de Santiago, en la provincia y departamento de Ica) habían encontrado una gran cantidad de piedras grabadas y que desde esa época se vendían a personas aficionadas a la Arqueología. me informó finalmente que los hermanos Carlos y Pablo Soldi, residentes en la hacienda de su propiedad situada en Ocucaje, poseían la mayor colección de estas piedras; asimismo, que el arquitecto Santiago Agurto Calvo coleccionaba algunas y que en el Museo Regional de Ica había unas cuantas. Yo me quedé perplejo.

[La colección de Félix Llosa Romero: las figuras en las piedras de una otra edad]

Inmediatamente me trasladé a la casa del hermano de Félix Llosa Romero y entonces pude ver por primera vez una gran cantidad de estos grabados pétreos. Vi dibujos de aves, lagartos, arañas, serpientes, peces, camarones, sapos, tortugas, llamas (3).

(3) Llama: camélido oriundo del Perú.

Vi dibujos de hombres. Vi escenas simples y complejas de pesca y de cacería de animales. Vi que los animales representados ofrecían rasgos que los diferenciaban de las especies actuales: había serpientes con aletas en el dorso, aves con cornamentas, artrópodos con tenazas de igual longitud, peces con múltiples (p.29) aletas distribuidas por todo el cuerpo. Las escenas parecían tener movimiento, como si se estuvieran realizando frente a mí. El poseedor de esta colección me confirmó lo que ya me había dicho su hermano sobre la zona de donde provenían las piedras.

Esta enriquecida primera experiencia con las Piedras grabadas de Ica puso en mi espíritu una inquietud: sentí profundamente la necesidad de que se realizara una investigación científica con el propósito de esclarecer su misterioso origen y su relación con las culturas clásicas del antiguo Perú.

[Sr. Javier Cabrera como fundador de la Casa de la Cultura de Ica]

Por esos días se produjo un hecho inesperado para mí, que me hizo creer que la investigación sobre las piedras grabadas se podía realizar con el apoyo oficial: recibí el encargo de fundar y dirigir la Casa de la Cultura de Ica, institución que tenía el propósito de promover y difundir, en la región, las ciencias, las letras y las artes. La de Ica era filial de la institución central, Casa de la Cultura del Perú, con sede en la ciudad de Lima.

[El Museo Regional de Ica tiene piedras grabadas pero solo en el depósito - dicen que los campesinos han hecho las piedras grabadas - no quieren investigaciones]

Con la autoridad que me daba el reciente cargo, lo primero que hice fue entrevistarme con Adolfo Bermúdez Jenkins, Director del Museo Regional de Ica, para que me mostrara las piedras grabadas que según mi amigo Llosa obraban en poder del Museo. Mi petición obedecía al hecho de que en mis múltiples visitas a este museo nunca había visto ninguna de ellas. El director confirmó la existencia de las piedras, pero no las exhibía. Para mostrármelas las mandó traer del depósito. Cuando traté de interesarlo en la idea de que oficialmente se realizaran investigaciones científicas sobre las piedras, me contestó que tales investigaciones no eran necesarias porque un amigo suyo le había dicho que eran hechura de los mismos huaqueros de Ocucaje que las vendían. Le pregunté entonces si la opinión de su amigo estaba respaldada por pruebas de laboratorio y el director dijo que tales pruebas no eran necesarias.

[Sr. Cabrera quiere un museo con las piedras grabadas]

Con el propósito de despertar el interés por las piedras grabadas en los científicos del país y los científicos extranjeros que pudieran visitar la ciudad de Ica, decidí formar una colección de ellas para exhibirlas en el local (p.30) de la Casa de la Cultura de la ciudad. Con mi propio peculio empecé a adquirir ejemplares y así me proveí de más de cinco mil que pasaron a exhibirse en el local de la mencionada institución.

[El reporte de Sr. Buse sobre las piedras grabadas - desenterrados por el río en 1961]

Tiempo después me enteré con sorpresa que un año antes de que mi amigo Llosa me obsequiara la primera piedra que llegó a mi poder, un estudioso del pasado del Perú, Herman Buse, había publicado un libro en el que daba a conocer la existencia de piedras grabadas en Ica (4).

(4) Herman Buse: Introducción al Perú: Lima, 1965

Refería Buse que en 1961, el desborde del río Ica había dejado al descubierto, en la zona de Ocucaje, una gran cantidad de estas piedras, las que desde entonces habían sido objeto de comercio por parte de los huaqueros que las encontraron. Añadía que gran número de ellas habían sido adquiridas por los hermanos Soldi, quienes luego inútilmente habían intentado, una y otra vez, interesar a los arqueólogos por el estudio de las piedras.

[11 de diciembre de 1966: artículo del arquitecto Calvo sobre hallados de piedras grabadas en Ocucaje]

El 11 de diciembre de 1966 leí en un diario de la ciudad de Lima un artículo periodístico firmado por el arquitecto Santiago Agurto Calvo - por entonces Rector de la Universidad Nacional de Ingeniería -, en el que daba cuenta que ese año había hallado piedras grabadas en tumbas preincas de los yacimientos arqueológicos nombrados Max Uhle y Tomaluz, situados al sur de Ocucaje (5).

(5) Santiago Agurto Calvo: "Las piedras mágicas de Ocucaje". En Suplemento del diario "El Comercio". Lima, 11 de diciembre, 1966

Informaba el artículo que una de las piedras representaba en una de sus caras un pájaro con las alas extendidas en pleno vuelo, llevando una mazorca de maíz en las patas, y otra piedra tenía una figura estrellada (Fig. 2).

Piedra
                    grabada encontrada el 20 de agosto 1966 con una
                    estrella
Piedra grabada encontrada el 20 de agosto 1966 con una estrella (p.32)

Una de las piedras grabadas de Ica encontradas por el arquitecto Santiago Agurto Calvo, el 20 de agosto de 1966,
en el cementerio prehispánico de Tomaluz, al sur de Ocucaje, en la hacienda Callango, Ica (p.32)


Este descubrimiento lo había hecho en compañía de Alejandro Pezzia Assereto, arqueólogo del Patronato Nacional de Arqueología del Perú, conservador del Museo Regional de Ica y encargado de las investigaciones arqueológicas de la región. El arquitecto Agurto Calvo concluía su artículo manifestando que sus hallazgos comprobaban la autenticidad arqueológica (p.31) de las piedras grabadas de Ica y que con ello se abrían otros capítulos más promisorios e interesantes. Luego de la publicación de este artículo, escrito por un intelectual de prestigio, creí que los arqueólogos tomarían interés por estudiar las piedras grabadas de Ica. En los meses que siguieron esperé incansablemente la llegada a Ica de los estudiosos del Perú antiguo, pero no llegaron.

[Primeros pensamientos qué son las figuras en las piedras]

En los meses de aquella espera, mientras se exhibían los ejemplares de mi colección, yo trataba de encontrar el significado de los grabados, pues debo confesar que desde el comienzo tuve la impresión de que las figuras representadas no obedecían a un propósito artístico y decorativo, sino a la intención de transmitir aspectos de la vida del hombre que había habitado el territorio peruano en un remoto pasado. Lo que poco a poco iba encontrando por mis observaciones de los grabados me convencía cada día más de que había existido esa intención (p.32).

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